jueves, 20 de agosto de 2009

cecçi ne pas une espérance

Una vez encontré a la madre de todos los colores.
Los guardaba, como en las cajas las pinturas,
Bien ordenados todos en sus retinas.
Al estar allí retenidos,
El resto del mundo en blanco y negro veía,
Un juego de luces y sombras,
como ahora las viejas películas,
como en el ajedrez, o las damas,
Era como en la noche, el cielo y la luna.
Entonces
No se hablaba del bonito color de ojos que alguien tenía,
Se piropeaba en cambio, la manera de parpadear,
Se admiraba un avanzado crecimiento de las pestañas,
El caer de unos párpados.
Alguien quedaba embelesado por la fantástica dilatación pupilar
Sufrida por un ojo repentinamente, al observar algo que le agradaba,
O se apreciaba la facilidad que tenía lo observado para fascinar1

Al no estar nuestra atención arrobada por el color,
Un niño podía decidirse por una bicicleta
Por lo bien que adquiría ésta su velocidad de traslación y rotación,
Por su majestuosidad durante el desplazamiento o toma de una curva ,
por el sonido de sus radios al andar
o incluso por el brillo del timbre
en lugar de decidirse por el lacado del aluminio2

En un día de campo o playa, gustaba
que el sol incidiera sobre los objetos
produciendo las sombras a gusto de cada cual.
Del cielo encapotado
que hiciera la lluvia justa,
De los labios repasados
que dejaran bonitas huellas al besar.
De un vestido era importante
que se contonease bien con el viento,
de las cortinas de una ventana
que enseñaran y no enseñaran en igual medida.


Así pues “bello” era una palabra más bien en movimiento4.


Una vez encontré a la madre de todos los colores.
Ahora ella veía en blanco y negro,
Pues le había regalado al mundo sus conos y sus bastones,
La caja de pinturas,
Que tenía en las retinas.
Y además tenía la piel muy morena.
Como consecuencia directa
de tanto mirar al sol para hablar con él y convenir
la longitud de onda que harían corresponder a cada color.

Según me relató,
Durante el tiempo que estuvieron abordando tal cuestión
(alrededor de 6 meses) al sol se le olvidó ir a descansar,
y durante 6 meses seguidos fue de día
allí donde ella se encontraba...
y luego estuvo tan cansado
que durmió durante otros 6 meses sin interrupción.
Desde entonces, cuando el sol se encuentra en ese lugar,
Padece 6 meses de insomnio con su correspondiente vigilia
Hasta que transcurrido este tiempo cae en un profundo sueño de otros tantos meses.


Ella tenía el gesto colgado en la afabilidad.
Me habló de reflejos, de tonos, de brillos, matices,
de fotorreceptores, de intensidades, de prismas, de espectros,
de oscuridad, de pigmentos...

Una vez encontré a la madre de todos los colores,
La conocí tomando un café.











(imitación, curiosidad, conocimiento, pintar con materiales, constituir el entorno?)
Luego llegaron las teorías con fotones, longitudes de onda,



1- Pues en aquellos tiempos de blanco y negro,
Los participios tenían un interés diferente.
(“¡que bien te ha agradado aquello!” se podía escuchar exclamar
fácilmente,
o bien “que bien te has agradado con aquello”)

2-(ejemplo magnitudes lineales y escalares)

3- Por ejemplo, si hacía mucho viento.
(Pues entonces, y esta es una característica de aquella edad
para la cual haré un inciso y explicaré a continuación,
se prestaba atención a conocer un mismo asunto de modos diferentes,
y de forma automática, así procedía la gente.
Sírvame este mismo ejemplo:

Para saber si hacía viento:
usábamos nuestra epidermis + nivel de sedimentación en los ojos + cogíamos tierra del suelo y la lanzábamos =
a-si 3 factores coinciden en que hace viento y 0 no: hace viento seguro.
b-si 2 factores coinciden en que hace viento y 1 no: puede ser que haga viento
c-si 1 factor coincide en que hace viento y 2 no: casi seguro no hace viento
d-si 0 factores coinciden en que hace viento y 3 no: no hace viento)

4- Sería un tanto complicado explicar que era bello en los tiempos de blanco y negro,
¡claro que existían las formas, y los tonos!
Pero la cuestión es que los ojos se usaban de forma diferente, aunque estas características, como hoy, estuvieran ahí, éstas no eran ni más ni menos importantes que el resto de características.

Digamos que lo bello, como algo que agrada,
Era lo mismo,
Pero lo bello entonces
Era el como y el porque algo agrada hoy día.
Bello en blanco y negro = porque y como bello ahora.
Pues el color no existía, y nuestro sentido de lo hermoso
Aún no estaba colapsado por la sucesión binomica
(forma y color),
sino que la sucesión estaba formada por muchos elementos diferentes,
e incluso, es más, existían muchas sucesiones diferentes,
lo que producía como consecuencia, que algo
pudiera ser de diversas maneras, aunque fuera lo mismo
(hoy día podría suceder lo mismo)
ej: perspectiva, temperatura, dureza...


Como la diferencia entre dinosaurios y personas,
Ambos representan la vida, pero de formas muy diferentes.

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